El 31 de mayo de 2009 marcó un gol decisivo para la permanencia en Primera División, en el partido que enfrentó al equipo rojillo y al Real Madrid en la última jornada de Liga. Real Potosí hasta entonces no se había clasificado a ningún torneo internacional y el objetivo del plantel fue este torneo. No en vano, en su infancia superó una operación del corazón que estuvo a punto de ser fatídica, siendo también uno de los motivos de sus acciones y de su religiosidad católica, que también profesa.