Hábil para el marketing, sabía vislumbrar las necesidades de sus clientas, a las que atendía en todos los aspectos, desde los vestidos hasta los complementos, perfumes y cosméticos. En 1894 abrió su firma, Maison Lucile, en Londres, de la que tuvo sucursales en París, Chicago y Nueva York. En la ida se empató a tres goles en el estadio José Zorrilla, y en el partido de Vallecas ganó el Valladolid por 2-3. Nadie esperaba esta derrota, especialmente después de que el equipo local se hubiese puesto 2-1, y los aficionados colchoneros se marcharon tremendamente decepcionados después de que un equipo de Segunda División los eliminara de un torneo que aún se les resisitía.