En el Alverca tampoco defraudaría y jugaría 29 partidos, equipacion del real madrid en los cuales anotaría un gol. En apenas 25 partidos lograría ganarse el respeto de los delanteros rivales y despertar el interés del modesto Alverca. La tercera edición del torneo también se vio deslucida debido a Mussolini, que antes de la final entre Italia y Hungría envió un telegrama a su selección amenazándolos de muerte. Pero pese a sus buenas cualidades el club estimó que el joven defensor pasara a otros equipos para foguearse y adquirir experiencia.