Y así fue. Aranda de Duero volvió a ser la capital del vino, el lechazo y de la música el pasado fin de semana. La magia del Sonorama volvió con más fuerza que nunca a orillas del Duero (en 2020 no se celebró por culpa del coronavirus y en 2021 se realizó una edición especial en la que se reinventó con 15.000 personas bailando sentadas y cantando con mascarilla).