Los últimos encuentros de esta temporada sirvieron para que se afianzase en el equipo del prometedor canterano Borja Oubiña. A pesar de la irregularidad mostrada al inicio del campeonato, el Celta tomó el pulso de la categoría y se mantuvo en los puestos altos de la tabla, en parte gracias a una magnífica segunda vuelta del campeonato. Sin embargo, el equipo dio la talla y desde las primeras jornadas ocupó puestos en la parte alta de la clasificación, por lo que logró la permanencia de forma holgada y se retornó de forma inesperada a la Copa de la UEFA, gracias al sexto lugar obtenido al final de la liga.